¿Qué es un mandala?
La palabra mandala es un término de origen sánscrito, una lengua clásica de la India. Su significado literal es “círculo”, pero en realidad significa mucho más.
Los mandalas son representaciones simbólicas espirituales y rituales utilizadas en el budismo y el hinduismo. Un mandala está constituido por un conjunto de figuras y formas geométricas concéntricas que representa las características más importantes del universo y de sus contenidos. Su principal objetivo es fomentar la concentración de la energía en un solo punto durante la meditación.
Los mandalas son excelentes herramientas para practicar la relajación, la tranquilidad y la reflexión.
LOS BENEFICIOS
El hecho de pintar mandalas desde pequeños hace que tengan un mejor desarrollo en el campo cognitivo, emocional y conductual.
Es una actividad que les estimula, entre otras, estas áreas:
- Fomentan la atención y la concentración.
- Ayudan al desarrollo de la psicomotricidad fina de manos y dedos.
- Ayudan a desarrollar la paciencia, la perseverancia, la constancia.
- Reducen la ansiedad y el estrés.
- Se trabajan conceptos geométricos: triángulos, círculos, cuadrados…
- Fomentan la creatividad e imaginación.
- Fomentan la autoestima, ya que el niño está creando algo único y propio.
Marie Prévaud (1935) fue pionera en incluir esta actividad en las aulas. En algunos países europeos llevan veinte años trabajando con esta técnica, ya que se ha comprobado que el pintar mandalas de manera periódica ayuda a corregir comportamientos poco adecuados, peleas, discusiones…
Pero los beneficios no son solo para los niños, también para los adultos.
Si quieres relajarte, meditar, olvidarte de todo, reflexionar, sacar tu lado más creativo y conectar con tu “yo interior”, los mandalas son el aliado perfecto para conseguirlo.
Y con tantos beneficios que nos ofrecen ¿a qué estás esperando?